Y si no qué interpretación le podríamos dar a lo que sucedió ayer en el restaurante Las Quintas, donde el edil capitalino Manuel Martínez Garrigós se dejó ver en compañía de la que antes era su contrincante: Marisela Sánchez Cortés.
La idea de estos dos personajes de la política tiene implícita dos cosas, y la primera de ella es apabullar en urnas _en caso de que la elección sea por voto directo_ a su contrincante más fuerte Amado Orihuela Trejo.
La otra _que tampoco es difícil de entender_ es, como lo mencionamos en la columna anterior, lograr la candidatura al Gobierno del Estado.
Gran dilema enfrentan Sánchez Cortés y Martínez Garrigós, porque ambos quieren ser los abanderados del tricolor en el 2012.
En el Congreso del Estado mientras tanto ya se hizo evidente la pugna de estos dos grupos, que hoy en día están muy enfrentados, y esto por supuesto que repercutirá en los trabajos legislativos, porque se tiene que negociar con los dos grupos para lograr una mayoría.
Las elecciones a gobernadores que este año se registraran en distintos estados, han provocado que la dirigencia nacional del tricolor pierda de vista a los morelenses, y perdón por la insistencia, pero como lo dijimos en la entrega anterior, si no se pone pronto un remedio ya, difícilmente el tricolor ganará las elecciones locales, con todo y que los priístas ya han echado las campanas al vuelo y muchos dicen que con Enrique Peña Nieto llegarán otra vez a Los Pinos.
Así que el columnista decreta un empate. Pues si es cierto que Amado Orihuela y diputados que lo apoyan lograron remover a Arizmendi García, para poder operar la elección interna desde el propio Congreso local, también es cierto que ayer el otro grupo, el de Maricela y Manuel, le asestó otro golpe, porque la idea es no dejarlo llegar a la dirigencia estatal del partido, aunque esto implique dividir los cargos.
Lo que también es cierto es la mala estrategia que utilizó el otro grupo al permitir que sea la diputada Lilia Ibarra Campos, quien declare contra Amado Orihuela.
Y es que la diputada ha sido la que más ha gozado el presupuesto, al irse a Berlín, Alemania, con todo pagado, pero sin ser de la Comisión de Turismo. El viaje tuvo un costo de 70 mil pesos para el erario público y ahora la legisladora trata de justificarlo, señalando que fue a promover a Morelos en Europa.
Eso no es todo, también tiene a su disposición una camioneta último modelo de lujo de más de medio millón de pesos, que fue pagada con recursos del Congreso del Estado.
No cabe duda que si alguien carece de calidad moral para hablar de esos privilegios en la Cámara de Diputados, pues es Lilia Ibarra. Dicen que ya hasta se le olvidó que su origen es la disidencia magisterial, la cual, con este tipo de líderes, ya perdió mucha fuerza, basta ver la marcha del Movimiento Magisterial de Base (MMB) del pasado sábado. No fueron ni 500, y eso que iban reforzados con otros grupos sociales.
Y Ricardo Rosas Pérez que se reelige. Se sacó un as de la manga, ante el empate que se registró, y que recurre al voto del calidad, o sea el suyo. Así es, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado votó en dos ocasiones a favor de su reelección, pero los derrotados dicen que hay mucha tela de donde cortar y amenazan con ir otra vez a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
De otras cosas…
Por cierto, los diputados del llamado G-5, formado por cinco fuerzas políticas con representación en el Congreso del Estado, estuvieron en contra de que Rosas Pérez se reeligiera, pero cuando éste lo logro, la diputada petista Tania Valentina Rodríguez Ruiz cambió de parecer y dio declaraciones a su favor… Hasta el próximo martes.