La juez es nueva integrante de la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina.

En medio de un intenso debate, el Pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) designó a Rosenda Mireya Díaz Cerón como representante de los jueces ante la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina del Poder Judicial del Estado de Morelos, en cumplimiento de artículo transitorio de la reforma realizada por la legislatura anterior a la Ley Orgánica del Poder Judicial estatal que obligó a la integración paritaria del órgano colegiado.

En una primera votación, con 14 votos a favor y cuatro en contra, el Pleno votó por que el juez Alejandro Becerra Arroyo fuese relevado del cargo y sustituido por una mujer para cumplir con el principio constitucional de paridad y el decreto legislativo en vigor desde el 7 de octubre, que en su disposición quinta transitoria dio un plazo de 60 días naturales  al TSJ para realizar la integración paritaria de la junta.

Fue el magistrado Carlos Iván Arenas quien encendió el debate al proponer que, si el Pleno del TSJ estaba integrado mayoritariamente por varones (11 hombres y ocho mujeres), la Junta de Administración (hasta ayer integrada por el magistrado presidente, Rubén Jasso, como integrante fijo, el magistrado, Norberto Calderón, y el juez, Alejandro Arroyo) debería estar integrado mayoritariamente por mujeres, para tener un equilibrio en los órganos de decisión e implementar una acción afirmativa al interior del Poder Judicial.

La propuesta implicaba relevar no solo al representante de los jueces, sino al representante de los magistrados, Norberto Calderón Ocampo, para que la junta fuese integrada por el magistrado presidente, una magistrada y una jueza.  

“La mujer es relevante y debe ser tomada consideración para los puestos de decisión, lo cual hasta este momento no ha sido respetado a cabalidad, ya sea por cuestiones externas o, bien, por acuerdo internos. Por tanto, es necesario que este cuerpo colegiado, como una medida afirmativa, genere un cambio en las formas y métodos de administrar justica no solo en la cuestión jurídica o jurisdiccional sino también en la toma de decisiones de la vía administrativa.