Madres exigen a jueces y magistrados juzgar con perspectiva de género ante la violencia vicaria.
Integrantes de “la Colectiva” Mahri Kollontai realizaron una protesta en la explanada del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para exigir a los jueces y magistrados que impartan justicia con perspectiva de género y privilegien el interés superior de la niñez, sobre todo en los casos en los que hay indicios o evidencias de violencia vicaria, física, psicológica y económica.
Durante la protesta, aseguraron conocer al menos 19 casos de mujeres que, además de sufrir violencia en todas sus formas por parte de sus ex parejas, son víctimas de la violencia institucional y de un sistema de justicia que juzga todavía de manera sexista.
Uno de los tanto casos es el Mextli Granados Robles, cuya hija de cuatro años fue arrancada del seno materno de manera violenta hace 601 días por el padre, quien ahora enfrenta un proceso penal en la Ciudad de México por el delito de sustracción de menores.
Previo a la realización de una audiencia en el Juzgado Séptimo Familiar del TSJ, Granados Robles pidió que se tome en cuenta diversas pruebas, entre ellas el auto de vinculación a proceso dictado en contra de su ex pareja, para que a la brevedad posible pueda recuperar a su pequeña.
Pero también exigió justicia para otras mujeres que diariamente batallan contra la injusticia y la violencia en todas sus formas, incluso la violencia que ejercen las y los juzgadores.
“Pido que en este juzgado, que en este tribunal, se hagan las diligencias competentes por el interés superior del menor, de la niñez y mi hija pueda regresar al seno materno, ya que en este tribunal, no solamente yo, muchas madres hemos vivido muchas violaciones, omisiones hacia nuestro casos, en nuestro procesos civiles, para poder recuperar de una manera justa a nuestros hijos, a nuestras hijas.
“Pedimos que no sean parciales, pedimos que hagan lo prudente para que nuestros hijos no sigan con sus agresores, para que nuestros hijos no sigan en riesgo y no solo ellos, sino nosotras como madres. Nosotras que estamos luchando por nuestros hijos, nos tienen en una situación vulnerable, en situaciones precarias, en las que tenemos que trasladarnos a otros estados”, dijo.
Reprochó que, pese a la mesa de trabajo sostenida el pasado 10 de enero con la magistrado presidente del TSJ, Rubén Jasso Díaz, hasta ahora “no se ha visto ningún avance en nuestros expedientes, no hemos podido estar con nuestros hijos, no hemos podido abrazarlos y no hemos podido rescatarlos de los agresores que nos han sustraídos de manera violenta a nuestros menores hijos”.
Además de mantas y pancartas, las mujeres portaron algunos de los juguetes de sus hijos e hijas, con la esperanza de que sus procesos avancen y pronto puedan abrazarlos, ya que en muchos casos las madres no los han visto ni escuchado en meses o años.
Las mujeres colocaron lonas y pancartas en la explanada del acceso principal del TSJ y expusieron que como agrupaciones han identificado cuando menos 19 casos de asuntos que están en el Poder Judicial del estado, en los que el común denominador es dicho tipo de violencia.
La violencia vicaria es la que ejerce el hombre violento contra la mujer, utilizando como objetos a las hijas o hijos para dañarla.
Meztli Granados Robles, integrante de la organización, explicó que hay en Morelos cerca de una veintena de madres que reclaman la potestad de sus hijas e hijos, y que se han encontrado con juicios en los que no se aplica la perspectiva de género.
Las manifestantes aseveraron que en algunos asuntos, como el de Paula Fierro, hay presunto tráfico de influencias, pues el padre de su hijo labora en el Poder Judicial y ella no ha podido ver al niño a pesar de que éste sólo tiene seis años. Además, aseguró que existe un peritaje psicológico que indica que su niño debe estar con su madre, pero el caso no avanza.
Granados Robles comentó que en su asunto ya un juez de control de la Ciudad de México ordenó que se regrese de inmediato a su hija, al determinar que sí hubo violencia vicaria y vinculó a proceso al padre de la menor por haberla sustraído de forma irregular, pero desde hace un año y ocho meses que no tiene consigo a sus hijas.
“El tribunal está repleto de expedientes llenos de omisiones y dilaciones, hemos puesto muchas quejas en Derechos Humanos, en instancias locales e internacionales y pedido mesas de trabajo con el presidente del TSJ, Rubén Jasso Díaz, para exponer esta situación, pero no hay respuesta”, expresó, al señalar que hay madres que llevan hasta seis años en juicio en lucha por la recuperación de la potestad de sus hijas e hijos.
