Feligreses celebraron al santo “de las causas perdidas” este 28 de octubre en el centro histórico de Cuernavaca y en la iglesia del barrio de Tepetates.

Familias elevan plegarias por la paz y seguridad en el estado.

Sufre la iglesia de Jesús de Nazaret hasta tres intentos de robo al mes; piden reforzar sistema de videovigilancia.

En la iglesia del barrio de Tepetates de Cuernavaca, cada 28 de octubre se celebra el día de San Judas Tadeo, uno de los apóstoles de Jesús, conocido como el santo de las causas perdidas. Este año, una de las peticiones de feligreses y su párroco, fue que dejen de robar el templo, pues sufren al mes hasta tres intentos de hurto.

Este lunes hubo fiesta en la pequeña iglesia de Jesús de Nazaret, cuya construcción data del siglo XVI y está ubicada en el corazón de esta ciudad. Cientos de personas se congregaron a lo largo del día, comenzando con “las mañanitas” cantadas con mariachi, una peregrinación, chinelos y múltiples adornos, flores y veladoras. La gente, como ya es costumbre, llevó las imágenes del santo en cuadro y otras “de bulto”, como se les conoce a las figuras de yeso o cerámica que se colocan en altares para su bendición.

A San Judas se le conoce como el santo “de las causas pedidas”, “imposibles o difíciles”. Así es como el sacerdote y párroco, junto con feligreses, sumaron a sus oraciones personales la petición de paz y seguridad.

En entrevista, el padre Pedro Castillo Mejía dijo que en los últimos meses han sido más constantes los ataques, y han registrado de dos y hasta tres al mes.

Los amantes de lo ajeno no han logrado llevarse algo de gran valor, pero sí se han llevado imágenes y hasta floreros; han tratado en muchas ocasiones de abrir las alcancías donde los católicos aportan su limosna.

El sacerdote informó que se compraron cámaras de seguridad con recursos propios, pero recordó que no son suficientes para impedir los asaltos y otros ilícitos; los equipos sirven para inhibir, pero no pueden observar todo el tiempo.

Dijo que por lo anterior, ha pedido a autoridades de seguridad que se coloquen más dispositivos oficiales de videovigilancia, mismos que la propia Policía pueda monitorear las 24 horas, para evitar que los ladrones salten por las bardas del templo.

Recordó que más que objetos de valor económico, en ese templo hay valores para la fe de los creyentes y recursos que no son cuantiosos, pero que se usan para el funcionamiento de la iglesia y, sobre todo, para los propios servicios religiosos.