Integrantes de la agrupación ambientalista Salvemos al Río Cuautla denunciaron la severa contaminación que sigue registrando la presa El Gigante, ubicada en la colonia Niños Héroes del municipio de Ayala, donde a principios del mes de noviembre se registró la muerte masiva de peces.
Aseguran que a la mortandad de peces, que provocó la contaminación por aguas negras, se suma la descomposición de los peces y la proliferación de larvas de moscos transmisores de diversas enfermedades.
Lo anterior, fue verificado por integrantes de esta organización durante un recorrido de supervisión que hicieron acompañados de algunos biólogos, aseguró Raúl Hernández Rivera, vocal de la agrupación ambientalista, por lo que exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno, acciones inmediatas para no poner en riesgo la salud de los habitantes de la zona.
"Hicimos una visita de seguimiento a la presa El Gigante, donde encontramos que la pudrición de los pescados ya se convirtió en unos animalitos que se llaman maromeros, que cuando llegan a la edad adulta se convierten en moscos y esos moscos van a ser portadores de dengue, zika y chikungunya", señaló.
Agrega que los habitantes de las colonias cercanas, así como los ejidatarios que utilizan el agua para riego, tienen el temor de que por la falta de acciones de remediación, se esté dando carpetazo al problema de contaminación.
"Consideramos que es un riesgo muy importante, y que se está tratando de dar un carpetazo al caso de la presa El Gigante. Ya nosotros propusimos que se empleen medidas alternativas de alta tecnología, no sabemos por qué no lo han hecho", insistió.
Dijo que de acuerdo a los primeros estudios realizados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la contaminación proviene de una planta tratadora de aguas negras cercana y del relleno sanitario, por lo que insistirán con la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco) para que presente la demanda en contra de estos dos organismos, a fin de que se inicien a la brevedad posible los trabajos de remediación.
Apuntó que lo más preocupante, es que al estar estancada el agua, se está convirtiendo en un gran criadero de moscos del dengue, zika y chikungunya, lo que agrava el riesgo para los vecinos de la zona.