Dolores Gallardo, representante de la agrupación, señaló que “este tipo de delito consiste en robarse los vehículos y después pedir un rescate a cambio de que sea regresada la unidad.
“La situación ha llegado a ser de grandes proporciones y se afecta al transporte público, en especial a los taxis, los cuales se realizan tanto por la noche como a pleno día.”
De acuerdo con las denuncias de los afectados, “los ladrones se llevan al chofer con rumbo a los municipios ubicados al norte y ya en el camino los bajan de la unidad, dejándolos abandonados a su suerte, y posteriormente se pone en contacto con los propietarios para pedir rescate y negociar”, dijo.
Así las cosas, continuó, la mayoría de los autos los encuentran desvalijados en el fondo de barrancas, por el rumbo de Huecahuaxco, según señalaron afectados, y que una vez detectada la unidad sea el seguro el que se haga cargo de esta situación, aunque el propietario asegura que siempre sufrirá tensiones y sobre todo pérdidas.
Aunque no existe la seguridad, “no se descarta que pudiera existir complicidad entre algunas autoridades y maleantes, porque éstos operan sin mayor problema”, finalizó.