Rescatarán el antiguo arco de San Carlos y la tienda de raya.
Yautepec.- Los dos monumentos históricos dañados de este municipio (uno por el impacto de un tráiler y el otro por el reblandecimiento a causa de las lluvias) son intervenidos por especialistas bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con el objetivo de rescatar el patrimonio histórico y cultural de este municipio.
En el poblado de San Carlos, el gobierno federal –a través del INAH– y las autoridades municipales iniciaron los trabajos de apuntalamiento y restauración del acueducto de la exhacienda de San Carlos Borromeo, que fue gravemente dañado por un tráiler cargado con tubos de concreto, informó Cecilio González Rincón director de Obras Públicas, quien dijo que los trabajos se realizan con recursos del Seguro de Monumentos Históricos.
Dijo que después de los peritajes se constató que el golpe del tráiler generó severos daños a la infraestructura que ocasionaron la caída del pretil del viejo acueducto y con ello grandes cantidades de material se desprendieron, razón por la cual la empresa especializada que contrató el INAH tendrá un mes y medio para concluir la obra, además las vibraciones generadas por el paso de vehículos pesados representan un factor que se considera riesgoso.
En la zona dañada se apuntaló y se colocó una protección con una lona para evitar que la caída de agua afecte más el inmueble durante esta temporada.
Al mismo tiempo, también con la supervisión del INAH Morelos, dio inicio el apuntalamiento del viejo edificio de la pagaduría o tienda de raya de la exhacienda de Atlihuayan y la de Apanquetzalco, considerado como monumento histórico y que comenzó a caerse por falta de mantenimiento.
Este miércoles, Fernando Duarte Soriano, jefe del Departamento de Monumentos Históricos del Centro INAH Morelos, supervisó y dio visto bueno a los trabajos de apuntalamiento del edificio y que ayudarán a evitar su caída.
El gobierno municipal de Yautepec comenzó a apuntalar la zona afectada para evitar que las lluvias generen un daño mayor con la caída de los muros, que representan un riesgo.
El edificio, construido con piedra y adobe, en mayor parte, tiene severos daños por el crecimiento de flora en balcones y muros, así como filtraciones en el techo que aumenta su peso y el riesgo de colapso, principalmente en su fachada frontal.