Confían en que durante esta temporada podrán revertir la situación adversa que enfrenta el sector.
Cuautla.- Ante las condiciones adversas propiciadas por la pandemia por covid-19, el alza de precios en la canasta básica y la aprobación del nuevo salario mínimo, los restauranteros de la región oriente de la entidad esperan “un milagro” durante este fin de año para reactivar el sector gastronómico, señaló Eduardo Martínez, representante de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Cuautla.
REfirió que aun cuando se han abierto más actividades económicas con el cambio del semáforo epidemiológico a color verde, todavía es difícil la situación que enfrenta la industria sin chimeneas, sobre todo para quienes tuvieron que cerrar por la crisis económica a causa del desplome en las ventas.
Dijo que la temporada navideña y de fin de año no pinta bien para el sector gastronómico, por lo que les queda a los restauranteros es tener paciencia porque la recuperación será muy lenta: “Tener paciencia, todo se va a acomodar; nosotros no hemos llegado a las ventas que teníamos el año pasado, se nota que la economía de Cuautla no está avanzando; hay que hacer la lucha, hay que seguir en la batalla, lo que nos queda es seguir o cerrar”, indicó.
Eduardo Martínez aseguró que los propietarios de restaurantes de todos los tamaños han tenido que mantener sus precios bajos, a pesar de que el costo de la canasta básica y demás alimentos que son su materia prima se han disparado.
“No nos queda más que aguantar los precios bajos para que la gente siga viniendo; si los restauranteros levantaran sus precios como la canasta básica ha levantado un 35 por ciento sus costos, la gente no vendría”, afirmó.
Destacó que el aumento en los salarios mínimos viene a ser un freno más para su recuperación, pues no resuelve las necesidades de los trabajadores cuando ello propicia que aumenten los productos de la canasta básica.
“Veo que la cosa está difícil cada vez más para toda la gente; nosotros, como restauranteros, tratamos de subir, de pagarle más a nuestra gente para que esté con nosotros y hagamos una lealtad. La situación está difícil, nosotros lo vemos que vendemos comida, que compramos canasta básica, y no sólo la canasta básica: fruta, verdura, pescado, carnes… Todo va para arriba, cada vez te alcanza menos y con un sueldo básico está difícil”, acotó.
Insistió en que “sólo un milagro” podrá acelerar la recuperación del sector restaurantero; sin embargo, pese a la crisis, no se pueden paralizar las fuentes de empleo. “Si nosotros paramos la economía, en relación al mercado, pescadería, verdura, equipo de trabajo, somos una herramienta grande de trabajo. Todavía no podemos movernos mucho a pesar de que estamos en semáforo verde, todavía la gente está detenida; se habla de una nueva ola para el 2022 y esto nos está frenando”, agregó.