Al sitiar los mercados se activa una bomba de tiempo, señalan comerciantes.
Cuautla. – Además de la falta de mantenimiento por el abandono en el que las autoridades municipales mantienen a los mercados municipales, los comerciantes de estos se enfrentan al constante peligro que representa el asentamiento de comerciantes ambulantes en la periferia de los centros de abasto, lo que en cualquier momento podría propiciar un siniestro de fatales consecuencias.
Este problema se ha venido generando desde hace varias administraciones, principalmente en la anterior y en la presente, donde el comercio ambulante prácticamente se desbordó en las calles y plazas del centro de la ciudad, donde se ubica el Mercado “Cuautla”, el cual ha quedado sitiado por los informales.
Así lo señaló José Luis Urióstegui Roldán, secretario general de la Unión de Locatarios y Comerciantes del Mercado Cuautla, quien insistió en que las autoridades del ayuntamiento se niegan a sostener reuniones con los afectados para buscar una solución al grave problema de la anarquía que propicia el comercio callejero, que además los daña al hacerles competencia desleal.
“Nos han abandonado, han permitido que el comercio ambulante se sitúe alrededor de los mercados. Pueden ver el mercado, que puede ser el corazón de la actividad comercial, pero está vacío y alrededor está lleno. La gente no entra porque estamos invadidos de comercio informal”, indicó.
Señaló que durante el incendio registrado el pasado 3 de enero en el mercado Hermenegildo Galeana, quedó en evidencia que los ambulantes que ocupaban la calle No Reelección obstaculizaron el rápido acceso de los vehículos de emergencia, por lo que advirtió que si después de inaugurar la remodelación del zócalo de la ciudad se vuelve a solapar la invasión de la vía pública, se estaría activando una bomba de tiempo al interior del mercado.
“No sólo es un factor de riesgo, sino un incremento del mismo. Hay puestos de frituras en la calle, que utilizan tanques de gas, cazuelas con aceite. A los establecidos Protección Civil nos visitan, nos dan lineamientos, y nos exigen varias cuestiones, mientras que los ambulantes pueden hacer lo que quieran libremente”, agregó.