Urge atender las fugas de agua derivadas de las tuberías antiguas.

Región oriente.- Tras destacar que el año 2023 ha sido catalogado por los científicos como el de mayor sequía en los pasados mil 200 años, Jaime Juárez López, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua), señaló que para 2024 se advierten condiciones de una sequía severa, lo que obliga a las autoridades a actuar para evitar el derroche del líquido destinado al consumo humano y al riego de cultivos.

“El 2023 ya está catalogado por los expertos como el año de mayor sequía de los últimos mil 200 años; estamos viviendo una sequía histórica que nos obliga a hacer conciencia sobre el uso del agua de una manera más racional y responsable”, apuntó.

Dijo que las autoridades de todos los niveles deben conjugar esfuerzos para atender los graves problemas de desabasto de agua, que tienen que ver con la sequía por el cambio climático, así como por el desperdicio en sus diversas formas, principalmente por fugas de agua potable.

“Los expertos nos dicen que en el 2024 todavía anuncia la posibilidad de condiciones de una sequía severa; vamos a ver qué determinan, pero me parece que aún tenemos una gran oportunidad de actuar. Recordemos que tenemos dos grandes problemas en materia de abasto de agua: uno que tiene que ver con la falta de lluvia y otra con el desperdicio que se hace en nuestras redes de agua potable”, indicó.

Asimismo, manifestó que en la actualidad se estima que más del 60 por ciento del agua que corre por las tuberías se desperdicia y deja de llegar a los hogares, lo que hace urgente actuar para mejorar la infraestructura que tiene una antigüedad promedio de más de 45 años, que está llena de fugas y es obsoleta.

“Es un contrasentido que en Morelos tenemos de los acuíferos más ricos del país y no tenemos agua en nuestras casas; tenemos muchos ríos, un sistema hidrológico de los más ricos significativamente hablando; sin embargo, los tenemos contaminados”, destacó.

Se pronunció por revisar la dotación de agua del río Balsas que afectó el abasto a la entidad. “Aún más importante, estamos hablando de cómo recuperar una aparte del volumen de agua que corre por el río Balsas porque hay una disposición que data de 1942 que nos dejó sin agua en el estado de Morelos. Para aprovechar el río Balsas es algo que tiene que revisarse y tendrá que hacerse consideraciones nuevas. Hay mucho que hacer en términos de políticas públicas”, concluyó.