La señora Eugenia Ramírez Mena, madre de la víctima, denunció omisión por parte de los policías del Hospital General de Cuautla, quienes se negaron a detener a los homicidas que aún permanecían en el lugar. Asimismo, señala que los de la Fiscalía de Feminicidios acudieron desde Cuernavaca sólo para conocer el asunto, pero no han integrado las evidencias que se han recabado hasta ahora.
Dijo que la lentitud en las investigaciones favorece a los agresores, quienes han tenido tiempo de ir a su domicilio para sacar sus pertenencias de valor para huir, sin que exista la posibilidad de detenerlos.
La madre de la occisa señala que el pasado lunes 12 de septiembre, alrededor de las 6:00 de la mañana, un sujeto estuvo rondando la casa de Saraí, acosándola para que saliera, y fue cerca de las 6:30 cuando la víctima salió para reclamarle y pedirle que se retirara. El sujeto entró al patio y cuando discutían llegó la esposa del acosador, quien disparó a Saraí con un arma de fuego.
Al escuchar la detonación salieron la madre y la hermana de Saraí Pérez Ramírez, quienes, al verla herida, obligaron a los agresores a llevarla al hospital para que fuera atendida; sin embargo, en el nosocomio sólo corroboraron que ya había perdido la vida. La madre pidió auxilio a los vigilantes para detener a la pareja de homicidas, pero se negaron a hacerlo, permitiéndoles que se dieran a la fuga.
La madre de la occisa señala que cuando la Policía Ministerial acudió al domicilio de los agresores, éstos ya habían sacado las cosas de valor para darse a la fuga con rumbo desconocido. Más tarde abandonaron el vehículo en el que viajaban (un Dart color azul de modelo antiguo) en las inmediaciones de la colonia Pablo Torres Burgos.
La señora Eugenia Ramírez pide al procurador Pedro Luis Benítez Vélez, se dé más atención al caso de su hija para que no quede impune, pues dejó en la orfandad a dos infantes.