El titular de esa dependencia, Juan Carlos Valencia Vargas, señaló que este nivel de agua en las diez presas de la entidad es motivo de preocupación, porque según los pronósticos las lluvias se presentarán con mucho retraso. “El año pasado a estas mismas alturas del año, las presas tenían el 52 por ciento de capacidad de llenado y el año antepasado en el 2012 tenían el 70 por ciento, de manera que estamos teniendo un nivel en las presas menor, mucho menor al que se ha tenido en años anteriores”.
Indicó que el fenómeno climatológico conocido como “El Niño” ocasionará que haya menor disposición del agua. Esto se va a complicar un poco más, porque el pronóstico es que las lluvias se van a retrasar un poco más, y que van a ser de menor intensidad que en un año promedio, dado a que se espera que el fenómeno del Niño se desarrolle a lo largo del año y este fenómeno lo que implica para el estado de Morelos es una menor precipitación y unas lluvias un poco más tardías”, indicó.
Hizo un llamado a los productores agrícolas, a tomar las medidas de prevención para enfrentar la temporada de sequía y evitar el siniestro de sus cultivos. “Particularmente el llamado a los agricultores a que tomen las medidas necesarias porque las presas están por debajo de sus niveles anteriores y se espera que las lluvias se presenten un poco más tarde, así es que hay que tomar precauciones para el riego de las siembras que se riegan con estas”.
Destacó que entre las diez grandes presas que existen en la entidad, almacenan casi 50 millones de metros cúbicos, con lo que se riegan más de cinco mil hectáreas en el estado.
Valencia Vargas dijo que debido a que en los últimos cinco meses no se han presentado precipitaciones pluviales, los mantos freáticos han bajado de nivel y en consecuencia también los manantiales que alimentan los ríos y barrancas.
Aseguró que desde el principio del ciclo de siembra, se advirtió a los agricultores sobre la escasez de agua que se avecina, sobre todo después de que en la pasada temporada de lluvias, las presas no se llenaron en su totalidad y sólo alcanzaron un 80 por ciento de su capacidad.
Indicó que aun y cuando se ha optimizado agua mediante un riego más eficiente, es necesario que los campesinos mantengan firme su política de regar cada vez con menos líquido.