Durante una reunión efectuada el fin de semana, acordaron pedir al obispo Ramón Castro Castro el cambio del sacerdote Javier Arteaga Ávila, de lo contrario amagaron con tomar las instalaciones de la Iglesia; sin embargo, el tiempo se vino encima y debido a que este martes dieron inicio las fiestas patronales en honor a San Juan Bautista, se abrió una tregua.
El grupo de inconformes, quienes pidieron no publicar sus nombres, dijeron estar en desacuerdo por los cambios efectuados en el cobro de los estacionamientos, los baños, el museo de las momias y de las misas, ingresos de los cuales piden se les rinda un informe, pues aseguran que a algunos integrantes de los patronatos no se les ha tomado en cuenta.
Agregan que sin tomarlos en cuenta, el párroco rompió la pared trasera del ex convento para abrir una puerta que hace tiempo se había cerrado, acción que llevó a cabo sin dar parte al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por ser este un patrimonio cultural de la humanidad. También hicieron acusaciones en el sentido de que hay venta de agua bendita y de la realización de fiestas en el interior del convento.
Los inconformes habían dado de plazo hasta este lunes para que el sacerdote fuera removido, sin embargo la toma de las instalaciones que se tenía prevista para este martes, no se llevó a cabo, por lo que los festejos patronales iniciaron sin ningún contratiempo.