Destacó que “a través de la mecanización del campo se podrían garantizar mejores ingresos para los productores agrícolas, pero fundamentalmente se estará garantizando su abasto suficiente y no se estaría dependiendo tanto de las condiciones en que llega cada temporal, algo de lo cual tiene sumida a la pobreza a la mayoría de los ejidatarios de la región”.
“El beneficio es tal que con un aforo de 25 litros por segundo, se garantizaría el riego en unas 90 hectáreas, algo que bajo los esquemas de siembra tradicionales resultaría imposible de lograr y si se analiza, toda el agua que se gasta de más, se está desperdiciando”, subrayó.
“Lo importante ahora será que los representantes ejidales de cada municipio formen grupos de convencimiento entre los propios ejidatarios, pues en algunas áreas se podría dar la resistencia al uso de los nuevos sistemas mecanizados”, apuntó.
Recordó que “en algunas zonas, donde se contaba con tierras muy secas, de muy escasa producción, se ha alcanzado un buen nivel de productividad, por lo que juzgó necesario que los campesinos volteen la vista y cuenten con el apoyo de las autoridades para el desarrollo de los nuevos sistemas de siembra”.