Aseguran que de aprobarse por el Senado de la República dichas reformas a la ley, serán destruidos más de 300 mil camiones de carga, pasaje y turismo, que son considerados viejos e inseguros, y que actualmente son el sustento de miles de familias.
Señalan que los legisladores, actúan de manera dolosa, al amenazarlos de esa manera, mientras que por otro lado solapan y protegen a los vehículos que verdaderamente son un peligro, como los vehículos de doble remolque, “los que sí son inseguros y contaminantes y han provocado infinidad de accidentes”.
Mediante un comunicado, los inconformes aseguran que los camiones de doble remolque “son protegidos con mucho celo por parte de nuestras autoridades de la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), así como por la Policía Federal, a quienes desde hace seis años no se les aplican las leyes y normas con que deben circular por el país, pero sí el peso de la ley se aplica al transportista más pequeño, sobre todo al llamado hombre camión, provocando con ello más corrupción y un atentado directo a su patrimonio”.
La convocatoria al Paro Nacional Camionero, la realizan miembros de la Amotac, en el interior de los vehículos del transporte de la región oriente del estado, en la que exhortan a los transportistas a movilizarse en las principales carreteras del país.
Aseguran que las modificaciones a los artículos 33, 39 y 50 de la Ley Federal de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, busca sacar de circulación a más de 300 mil vehículos por considerarlos "viejos e inseguros", sin importar sus condiciones físico-mecánicas, ni los daños colaterales de lo que consideran un "capricho" de los diputados federales.
Afirman que no están preparados “para más imposiciones, incrementos a los combustibles, cuotas en autopistas, reformas como la energética y hacendaria. No tenemos vehículos viejos porque querramos, sino por falta de subsidio".
Acusaron que organizaciones como Conacar, Conatrem y Conapt, hacen trampa al ofrecer resultados falsos y hacen uso de sus influencias políticas pasando por encima de las necesidades de los verdaderos transportistas.