De acuerdo a Sonia Juárez Núñez, administradora de uno de los hoteles ubicados en el Centro de la ciudad, “esas son las principales inquietudes que han sido presentadas por los visitantes y ello ha ocurrido de manera reiterada a través del tiempo, sin que se tomen medidas para revertir esta situación”.
Y es que destaca que “con cerca de 500 topes ubicados en distintas partes de la ciudad (incluidas las colonias más alejadas del paso de los visitantes), éste fenómeno se sigue presentando como uno de los problemas que viene a frenar la presencia de los turistas en esta ciudad. Una cifra superior al 90 por ciento de ellos muestran su inconformidad por esta situación, con lo que se lesiona seriamente la economía de los prestadores de servicios”, apuntó.
Asimismo, añadió que “las sugerencias que han realizado los visitantes indican que se debe de llevar acciones para hacer a un lado estos estorbos de la vía pública, que en algún tiempo ya le han dado mala fama a nuestro municipio”, comentó.
Explicó que “muchos de los visitantes que llegan a este sitio, lo primero que muestran es su inconformidad por el exceso y en otros casos el gran tamaño de los topes, lo que provoca descomposturas en sus unidades automotrices y es por ello que en parte deciden no volver a visitar la ciudad, que en algún tiempo basó gran parte de su economía precisamente en las actividades turísticas”.