De acuerdo al coordinador de Protección Sanitaria de Coprisem, Daniel Hernández Verduzco, la dependencia estatal verifica las plantas que dedicadas a purificar hielo y agua, “en busca de que tengan buenas prácticas y al menos ahí, no se han encontrado mayores problemas”.
“Pero hay quienes, al margen de la legalidad, compran garrafones y los llenan de agua de cualquier sitio, les ponen un tapón y reparten en camionetas y de esas aguas es de las que se reciben quejas normalmente”, agregó.
Dijo que esta, “al ser una responsabilidad de verificación de los ayuntamientos, se ha tenido el acercamiento para capacitar a su personal”.
Agregó que “cada establecimiento fijo se verifica hasta dos veces por año y los resultados se comparten con la empresa verificada”.
El funcionario dijo que para verificar a quienes venden en la vía pública “nosotros estamos muy limitados, porque la ley no nos permite actuar en contra de estas camionetas y sólo lo hacemos en establecimientos fijos”.
Dijo que “todo lo que son establecimientos móviles, semifijos o ambulantes corresponde a los ayuntamientos…hemos llevado capacitaciones para que los ayuntamientos tengan verificadores sanitarios capacitados para poder llevar a cabo sus prácticas de esta naturaleza”.
Dijo que, trabajamos, de manera que “poco a poco vamos a ir cerrando este círculo para poder tener una buena verificación a las personas que distribuyen el agua, el problema no está en las plantas purificadoras, sino entre la gente que está distribuyendo y es donde recibimos las quejas de que el agua está verde o huele mal”.