El lunes, a la entrada de Cuautla, se registró un enfrentamiento a golpes que acabó con diversos daños a las unidades, entre concesionarios y conductores de tres fracciones de la Ruta 85, debido a que pretenden eliminarse mutuamente para tener mayor número de pasaje. Lo anterior estuvo a punto de involucrar a pasajeros que nada tenían que ver.
De acuerdo a señalamientos de los mismos involucrados quienes no quisieron dar sus nombres, todo inició por el divisionismo hasta en 15 organizaciones de dicha ruta, la cual pretende explotar una concesión del Servicio Público Federal, la cual sigue en la irregularidad.
El desacuerdo provocó amenazas de una parte de esos transportistas foráneos, de bloquear la ciudad de Cuautla desde las primeras horas de este martes, para impedir que sus compañeros realizaran el servicio, por lo que la Policía de Mando Único estableció un operativo con elementos antimotines para impedirlo.
Al ver el despliegue de seguridad los rijosos se desistieron de su intento de bloqueo, pero las autoridades determinaron mantener un dispositivo permanente para evitar que las diferencias atenten contra la seguridad de los pasajeros y los ciudadanos en general.
Durante el día, los transportistas de la Ruta 85, algunas de ellas con las ventanas sin vidrios por la trifulca, invadieron la entrada norte de la ciudad de Cuautla, donde provocaron constantes congestionamientos viales, al hacer parada en doble y hasta en triple fila, sin importarles el tránsito vehicular.
Lo que llamó la atención fue que pese a que dicha ruta explota una supuesta concesión federal, no hubo intervención de la Policía Federal, a pesar del brote de violencia que se registró. Tampoco ha realizado operativos para verificar la situación de las unidades, las cuales circulan sin placas y con un presunto permiso provisional.