Para el caso específico de Cuautla, el historiador aseguró que algunas de estas personas, que presentan síntomas de trastornos psicológicos, son traídas por la noche en camionetas de otros estados del país, una de ellas con placas de Puebla, que los abandonan desnudos en la ribera del río Cuautla. Incluso dijo que es posible que algunos otros sean pacientes abandonados por las clínicas y hospitales en los que estaban internados.
Rafael Vázquez llamó a los gobiernos municipal, estatal y federal a vigilar, a través del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que los derechos de esas personas no sean vulnerados por el resto de ciudadanos, y proporcionarles mejores condiciones de vida.