La reunión, efectuada en las calles de ese barrio, estuvo encabezada por el alcalde y por el fiscal regional en Cuautla José Manuel Serrano Salmerón, a quienes los molestos vecinos reclamaron mayores acciones para frenar el incremento delictivo que los ha afectado desde hace varios meses.
La demanda principal fue la salida de la Policía del Mando Único, pues aseguran desde que fue implementada esta estrategia en el municipio los índices delictivos aumentaron, al grado de que los robos, asaltos y saqueos se están registrando con más frecuencia, sin que existan medidas de prevención.
El presidente municipal reconoció que el Mando Único ha incurrido en actitudes arbitrarias y que la actividad de la delincuencia ha aumentado, pero descartó que el aumento de la inseguridad se haya desatado con la adhesión a esa estrategia. "Es un fenómeno que tarde o temprano nos iba a alcanzar", aseguró.
Ahí se destacó el robo masivo en 16 casas del fraccionamiento del Barrio San Miguel y más recientemente el hurto por parte de otros delincuentes, de los cuales uno fue detenido, por lo que exigieron la implementación de mecanismos inmediatos para frenarlos.
Entre otras cosas, se propuso la colocación de alarmas vecinales para alertar sobre la presencia de delincuentes, aunque muchos señalaron que para ello se tenían las campanas de las iglesias. Los vecinos inconformes insistieron en su demanda, de exigir la salida del Mando Único, a lo que el presidente municipal se comprometió evaluar la propuesta, aunque al final -en entrevista con los medios de comunicación- se contradijo.