De acuerdo a la directora del área, Ángela Patricia Mora González, “hay casos en que es cuestión de minutos para llevar a cabo la atención clínica, especialmente en menores de cinco años y personas adultas mayores”.
En el caso de llanto incontrolable por parte de menores de edad, recomendó que se lleve a cabo una revisión de su cuerpo, en busca de puntos rojos, a través de los cuales se manifieste un ataque de esta naturaleza, comentó.
Explicó que en la oficina a su cargo “tenemos un programa de Enfermedades Transmitidas por Vector y particularmente en el caso de la 'araña violinista', no es uno de los padecimientos que tengamos sujetos a una vigilancia epidemiológica registrable, por lo cual no tenemos un dato preciso de cuántos de estos ataques se pudieran presentar a la población”.
Como todas las enfermedades que se transmiten por vector, “nuestra recomendación es a que mantengamos nuestros ambientes en donde vivimos y convivimos, limpios, que no haya criaderos de insectos o de artrópodos, y en este caso, también donde dormimos, que procuremos que tampoco convivamos con animales domésticos, particularmente la enfermedad de Chagas es una de las que están vinculadas”.
Y observó que “la humedad y altitud favorece la presencia de algunos animales que pueden ser nocivos al humano, entonces la invitación es a que mantengamos nuestros ambientes limpios y que si llegamos a tener la picadura por cualquier animal, acudamos de inmediato al médico”.
“Es importante destacar que en el caso de los niños es importante inmediatamente el poder identificar cuál fue el insecto o artrópodo agresor, entonces si un niño tiene un llanto incontrolable, podemos identificar al quitarle la ropa que tenga alguna pápula, marca roja, acudir a la unidad de salud más cercana”.
La petición es que acudan a la unidad de salud, que no se automediquen, “es también muy frecuente entre nuestra población el que utilicen algunas medidas caseras y preparan desde brebajes hasta emplastos y puede, sino es algo grave, sea efectivo, pero como no podemos determinar y en ocasiones es cuestión de minutos, el que un veneno de alguno de estos insectos pueda afectar al humano, tiene una variación de entre 15 minutos a una hora”.
Dijo que “algunas de estas arañas pueden causar necrosis de los tejidos, es decir, el área de donde está el piquete puede haber problemas que impliquen la lesión de los tejidos, hasta efectos sistémicos por la intoxicación o la hipereacción del organismo a alguno de estos venenos y entonces podría ponerse en peligro la vida, como problema para poder respirar y que esto ocasionará alguna situación mucho más grave”.