El grupo, entre quienes se encontraba Javier Tamayo Morgado a quienes los comerciantes conocen y reconocen como posesionario de los locales, acordaron con el secretario municipal Javier Guadarrama Cortez, que los locales se queden a reguardo, hasta que haya resolución de la autoridad judicial.
Ubicados en el pasaje Pablo Torres Burgos”, ingresando al mercado identificados con los número 84, 85, 94, 95, 96, 255, 89 y 90.
La concesionaria original era Elizabeth Morgado Fernández, “luego mi mamá en vida me los puso a mi nombre y había una empleada, Luz María Anzúrez Bravo, que trabajaba para ella, la cual con el tiempo se hizo de confianza y cuando mi madre murió, uno de mis hermanos se hizo cargo de los locales porque yo viajaba constantemente”.
Señaló que al fallecer su hermano, la trabajadora señaló que su hermano se los vendió. “Pero de ello no existe registro, lo único con lo que cuenta es con un recibo de dinero”.
Señaló que el problema surgió desde el 29 de febrero de 2012, año en que murió su hermano.
Señaló que debido a ello “inicié un juicio en contra de ella, pero fui detenido por 48 horas, por un supuesto despojo ella de mis propios locales, lo cual no procedió porque no hay elementos para comprobar eso”.
Aunque no quiso asegurar, como el resto de sus acompañantes, dejó abierta la posibilidad de que el funcionario municipal “esté atrás de todo esto, lo que podría ser tráfico de influencias”.
De hecho, el secretario municipal aclaró que “Jesús Sánchez Sánchez nada tiene que hacer en el mercado como funcionario, su responsabilidad es en otra área”.
Mientras los locales quedaron a resguardo de la autoridad municipal, recordó: “Los candados han sido rotos en dos ocasiones, en una de ellas es cuando me llevaron detenido y en la segunda ocasión no se llevaron detenido a nadie. A pesar de que a la contraparte, fue encontrada con herramientas cortando los candados, sin que se hiciera absolutamente nada, de lo cual tiene 15 días aproximadamente”.