Al respecto, la Maestra en Ciencias en Salud Ambiental, María Terrazas Mera –adscrita a la UAEM–, mencionó que en Morelos existen en total 26 tiraderos de basura a cielo abierto, de los cuales sólo son tres los rellenos debidamente registrados, entre los que se encuentra el de “La Perseverancia”, de Cuautla.
Sin embargo, expuso la investigadora que debido a que el manejo del relleno en su operación no ha sido el adecuado, es necesario llevar un control estricto sobre posibles impactos, tanto ambientales como de salud en la población que pudiera generar.
Para ello, el gobierno de Cuautla, a través de la Dirección General de Servicios Públicos Municipales, en coordinación con investigadores de la UAEM, UNAM y el INSP han instalado un módulo de monitoreo de partículas suspendidas.
Dicha vigilancia, indicó Terrazas Mera, será por espacio de dos años en donde cada 12 meses, se dará un reporte al ayuntamiento sobre el comportamiento del relleno “La Perseverancia” en materia de riesgo en salud pública y ambiental.