Un grupo de observadores de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos llegaron a las fosas de Tetelcingo, con el propósito de verificar lo que está ocurriendo en esta zona.

Poco después de haber iniciado los trabajos en la segunda fosa irregular, llegaron al predio Los Magueyes, donde se ubica el panteón irregular de Tetelcingo, cuatro observadores encabezados por María Luisa Bascur, coordinadora de la Unidad de Observación, quien aseguró que no podían emitir una opinión alusiva al tema de las inhumaciones de la fiscalía.

Algunos familiares de víctimas preguntaron cómo es que esta oficina de las Naciones Unidas acude a Tetelcingo, “viene de parte de las víctimas, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, viene de la Fiscalía o del gobierno federal”.

Siempre fuera de grabación, al parecer la encargada de prensa de dicha unidad pidió compresión por no poder hacer una declaración y se limitó a decir que acudieron a Tetelcingo para iniciar una investigación de oficio, al conocer la información sobre la inhumación de más de 100 cadáveres de manera irregular en el camposanto clandestino de Tetelcingo a través de los medios de comunicación.

Los enviados de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos después de reunirse con las familias de víctimas y con el fiscal Javier Pérez Durón, señalaron que posteriormente la oficina en México de ese organismo emitiría una postura.