Ante las autorizaciones que han expedido los ayuntamientos de Cuautla y de Ayala, para la utilización de las aguas de la planta tratadora, el primero; y la licencia de construcción del acueducto el segundo, ejidatarios del municipio de Ayala advirtieron que podrían iniciar movilizaciones por no tomarlos en cuenta.
Los inconformes acudieron a las instalaciones de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco) con el propósito de exigir a su dirigente Ranulfo Flores Benítez, la información respecto a dichas autorizaciones y para saber si esta organización ha dado su aval.
En respuesta el dirigente de Asurco, aseguró que ninguna de las autoridades municipales les ha notificado nada, ni los ha consultado para llevar a cabo dichas autorizaciones.
Respecto a la utilización del agua de la Planta Tratadora de Aguas Residuales (PTAR) de Cuautla, Flores Benítez aseguró que el agua tratada que sale de la planta no es del municipio de Cuautla, sino de los ejidatarios que tienen la concesión.
“En el título de concesión que tienen y el permiso de descarga que tienen por parte de la Comisión Nacional del Agua, dice que debe ser a un área propiedad de la nación y en este caso es el río Cuautla, lo cual las aguas que ellos quieren negociar y que salen de la tratadora nosotros las tenemos concesionadas y son aguas que nos está cobrando la Conagua mes con mes y nos está haciendo el cobro por el uso de ellas”, señaló.
Dijo que aunque los artículos 45 y 33 de la Ley Nacional de Aguas conceden al Ayuntamiento facultades para concesionar parte de esas aguas, siempre y cuando sean tomadas antes de que lleguen a la tratadora, existen limitaciones. “Así lo señala en principio el artículo 45 y el 33, manifiestan que siempre y cuando no se afecte derechos de terceros, si no hubiera gente usándola, ellos tendrían el derecho de reusarla”.
Los inconformes buscan reunirse con las autoridades de ambos municipios para saber qué va a pasar, pues si bien es cierto que la autoridad podría otorgar agua a la termoeléctrica mediante una expropiación de la concesión, también podría ser mediante una negociación que tendrían que aceptar los usuarios del río Cuautla.