Pese al triunfo de los Cougars de la UNAM, la lucha fue equilibrada, siendo la diferencia el nerviosismo de los anfitriones que de nueva cuenta cayeron en una serie de errores que se tradujeron en castigos, algunas intercepciones y quizá errores de toma de decisiones en las jugadas importantes. Dos series ofensivas repartidas en el segundo cuarto donde, antes de irse al descanso, la diferencia pudo ser más corta; se optó por jugársela en cuarta, lejos de ir por el gol de campo que hubiera dejado la pizarra, antes de irse al descanso, con un parcial de 10-14, pero se falló y fueron detenidos para irse con 07-14.
Para el tercer episodio, también tuvieron en sus manos la opción de reducir la pizarra, y de nueva cuenta se arriesgaron por acortar la distancia, y ello al final influyó bastante el marcador final, ya que esas dos intentonas pudieron haber cerrado más la lucha y hubieran motivado a los anfitriones a presionar con más fuerza a la ofensiva universitaria.
Fue una pelea bastante atractiva, ambos equipos demostraron el por que son firmes aspirantes a estar en la postemporada buscando la corona en juego de esta edición del 2010. Fue una pelea férrea en la trinchera de golpeo, donde los visitantes nunca bajaron el ímpetu de jugar bajo un intenso calor en tierras morelenses, y ello ¡vaya! que fue para el lucimiento de un partido abierto. Jorge Manuel López de Cougars UNAM, en el segundo cuarto, hizo la anotación de la quiniela para una ventaja de 00-07; en este mismo segundo episodio de la confrontación, los dueños de la parrilla, por medio de un envío de más de 15 yardas de Emilio Báez a las manos de Lennin Galván Rodríguez, lograron igualar los cartones en forma momentánea en esta confrontación que estaban viviendo con gran intensidad ambas tribunas. Antes de irse al descanso, los universitarios azul y oro se fueron arriba en la pizarra con la anotación de José Noé Alcántara, quien atrapó el ovoide en un envío de Diego González y un punto extra válido de Antonio Simón Alvarado para que se fueran al descanso con la ventaja en sus manos de 07-14.
El tercer cuarto pasó sin variantes en el emparrillado por la buena labor de ambas defensivas que se enfrascaron en una pelea de toma y saca en la línea de golpeo. Pero para el último cuarto de nueva cuenta los visitantes volvieron al ataque; esta vez por mediación de una balón entregado por su mariscal de campo Diego González que entregó el ovoide en las manos de Antonio Simón Alvarado que hizo una escapada de más de 60 yardas y dejó cifras definitivas en la pizarra de 07-21.