Pablo Hermoso luciendo un traje color vino de burdeos y negro, levantó a la afición morelense de sus asientos y gritos de elogio y admiración, ya que realizaba una faena muy interesante; encendió los ánimos cuando solicitó que le tocara la banda “los chinelos”, con lo cual realizaba la puesta de banderillas cortas, el espectáculo que brindaba con sus caballos Villa, Chenel, Manolete y Pirata era agradable, sin embargo no pudo llevarse más que aplausos, ya que tuvo que recurrir al descabello, al haber puesto el rejón de muerte un poco fuera del lugar indicado.
Pero en su segunda participación volvió loco al público, nuevamente realizó un buen rejoneo, los movimientos realizados fueron muy ovacionados, buenas puestas de banderillas, largas y cortas, hasta la Rosa la puso perfecta, para matar con un rejonazo preciso que hizo que el toro muriera rápidamente, y ver en los tendidos la petición de las orejas y rabo, para ser el gran triunfador de la tarde.
Fermín Spínola cortó tres orejas y cayó bien a los aficionados, por su toreo valiente; realizó una gran faena tanto con el capote como con la muleta, ejecutando diversidad de pases que fueron coreados con el clásico olé. Estuvo cerca del toro, muletazos de rodillas, fue una faena derechista, recibió una embestida sin consecuencia, pero sólo se ganó una oreja, al pinchar dos veces, antes de matar con una buena estocada.
En su Segundo, nuevamente buenos pases, pero alargó un poco la faena, aunque siempre buscando agradar a la gente con variedad de formas de enfrentar al toro, al que terminó mandando a la muerte con una estocada bien colocada y hasta la empuñadura de efectos rápidos, para que en las tribunas aparecieran los pañuelos blancos y se ganara las dos orejas.
El primero en aparecer después del paseíllo fue el novillero Antonio Lomelín, vestido de sangre de pichón y oro, que en su primer turno hizo una faena discreta, poco toreo con el capote y con la muleta no tuvo mucha fortuna, sobre todo cuando el ánimo se enfrió cuando el astado tiró al caballo del picador y tardaron en ponerlo en pie; además de que pinchó en dos ocasiones, previo a meter una buena estocada en su tercera oportunidad, para recibir palmas.
En su segunda actuación tuvo una mejoría ante un novillo que respondió; tuvo destellos muy importantes, haciendo que el público le gritara varias series de olés; se tiró a matar y la estocada la colocó hasta la empuñadura, después de que el toro lo habían mandado a volar; recibiendo las dos orejas.
Al final Rafael Sandoval se mostró contento por esta corrida y espera que la afición esté presente en la tienta de becerras, que estarán abiertas al público en general, el viernes 13 de abril, con entrada gratuita, en donde se presentarán los toreros infantiles y juveniles, como: José María Mendoza de la escuela del Distrito Federal, Rafael Montes de Oca del estado de Morelos. Asimismo se espera la asistencia del público a la corrida del día 14, donde actuarán una rejoneadora y dos toreras.