La Cruz Roja Internacional suspendió la evacuación en los corredores humanitarios de Mariúpol por falta de garantías para el traslado de ciudadanos ucranianos. Unas cien mil personas esperan ayuda para salir de la ciudad devastada casi en su totalidad por el fuego del Kremlin.
El organismo indicó que cumplirá su papel como intermediario neutral para conducir el convoy de refugiados a otra ciudad del país.
Pero Moscú ha enviado sus propios autobuses a la ciudad portuaria para llevar a los ciudadanos ucranianos a territorio ruso.
Algunos desplazados han logrado llegar por su cuenta a Zaporiyia, a más de 250 kilómetros del puerto, por diversos medios, incluso a pie.
“Caminamos durante casi 15 kilómetros con un niño de 6 años y un adolescente. Caminamos a pesar de las minas, los disparos y los cohetes”, Tatiana, desplazada de Mariúpol, Ucrania.