Canadá ha levantado su voz en apoyo a Estados Unidos en su conflicto con México sobre la prohibición del maíz transgénico en productos destinados al consumo humano.
La acusación de Canadá llega después de que México emitiera un decreto presidencial en febrero de este año, prohibiendo la utilización de maíz genéticamente modificado en tortillas y otros alimentos.
El Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigencia en 2020, ha sido el marco de este enfrentamiento comercial. Canadá ha expresado su preocupación por la decisión mexicana, afirmando que el país vecino no está cumpliendo con sus obligaciones bajo el acuerdo trilateral. Según un comunicado del Gobierno canadiense, la prohibición de México no está respaldada por evidencia científica y podría tener un impacto negativo en el comercio en la región norteamericana.
La Ministra de Comercio Internacional de Canadá, Mary Ng, y el Ministro de Agricultura, Lawrence MacAulay, han firmado conjuntamente la declaración que enfatiza las inquietudes de Canadá sobre el tema.
Afirman que el uso de maíz transgénico en productos para consumo humano y animal es un asunto que debería ser evaluado desde una perspectiva basada en la ciencia y en el análisis de riesgos.
Estados Unidos, que ya había llevado sus preocupaciones ante México en el marco del T-MEC sin resultados satisfactorios, recientemente decidió elevar el asunto al siguiente nivel. El país solicitó la formación de un panel de resolución de disputas, que se encargará de evaluar la validez de la prohibición mexicana en relación con los compromisos establecidos en el T-MEC. Se espera que este panel tome una decisión al respecto el próximo año.
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Washington alega que el decreto de México que prohíbe el maíz transgénico utilizado en masa y tortillas para el consumo humano no se basa en ciencia y viola sus compromisos en el TMEC, en marcha desde 2020.
A pesar de las presiones internacionales, México ha defendido su posición, argumentando que la medida está en línea con sus políticas de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental.
La secretaria mexicana de Economía, Raquel Buerostro, dijo esta semana a Reuters que el país latinoamericano descarta nuevas modificaciones al decreto, tras las realizadas a mediados de febrero, en las que permitió el uso de maíz GMO para consumo animal y la elaboración industrial de alimentos para personas.
Tras la decisión de Washington, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó el pasado 18 de agosto que su país estuviese violando el T-MEC.
“No estamos violando el tratado porque en el tratado se establece que cuando hay estas diferencias se puede acudir a los paneles, es una muy buena oportunidad para revisar esto. Nosotros no vamos a permitir que se utilice maíz transgénico para la alimentación del pueblo de México”, dijo AMLO.