En un histórico paso hacia la gestión de la crisis de drogas en Escocia, las autoridades locales de Glasgow han dado luz verde al establecimiento de un espacio público donde los consumidores de drogas podrán utilizar sustancias como cocaína y heroína bajo la supervisión de personal médico.
Este proyecto, que ha estado en espera debido a desacuerdos políticos, finalmente ha sido aprobado con un presupuesto de 2.3 millones de libras (2.8 millones de dólares).
La iniciativa, que se propuso por primera vez en 2016 después de un alarmante brote de VIH en Glasgow relacionado con el uso de drogas en espacios públicos, cuenta con el respaldo del gobierno escocés. Sin embargo, algunos legisladores han expresado preocupaciones sobre su impacto en los negocios locales y las áreas residenciales cercanas.
Los defensores de este enfoque innovador, entre ellos la ministra escocesa de asuntos relacionados con las drogas y el alcohol, Elena Whitham, argumentan que la evidencia acumulada de más de 100 instalaciones similares en todo el mundo, incluyendo países como Alemania y los Países Bajos, demuestra que esta idea puede salvar vidas y reducir los costos de los servicios médicos.
El centro propuesto contará con personal médico y condiciones higiénicas adecuadas para que las personas consuman drogas de manera segura. Es importante destacar que la finalidad de esta iniciativa no es promover el consumo de drogas, sino más bien limitar los daños asociados y prevenir muertes por sobredosis.
Según un informe presentado por las autoridades de Glasgow, que incluyó la opinión de funcionarios de salud, existe una "evidencia internacional abrumadora" que respalda la efectividad de estas instalaciones para reducir el impacto negativo del consumo de drogas en espacios públicos, como el riesgo de infecciones y los peligros asociados a las jeringas desechadas.