El sindicato del automóvil de Estados Unidos, United Auto Workers (UAW), ha emitido una advertencia este viernes, marcando un nuevo giro en la prolongada huelga que ha afectado a General Motors, Ford y Stellantis durante las últimas cuatro semanas. La falta de avance en las negociaciones laborales ha llevado a una escalada de tensiones.
El presidente de UAW, Shawn Fain, en una comparecencia en Facebook Live, avisó a los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos que tras cuatro semanas de huelga, el sindicato “no está para bobadas”.
A pesar de no ampliar la huelga en el día de hoy, la cual involucra a unos 34 mil trabajadores de los tres fabricantes, Fain advirtió que la UAW tiene la capacidad de paralizar más fábricas en cualquier momento.
Mientras tanto, Ford ha declarado que ha llegado al límite de sus propuestas para poner fin a la huelga en Estados Unidos. La compañía señaló que ya ha realizado una oferta "sin precedentes" al sindicato.
Kumar Galhotra, presidente de Ford Blue, la unidad de negocio de la empresa dedicada a vehículos de combustión interna, afirmó en una conferencia de prensa que continuar ofreciendo más concesiones a los trabajadores pondría en riesgo el futuro de la empresa.
“Si vamos más allá, arriesgamos la capacidad de invertir en la empresa y de crecer de forma rentable. Y el crecimiento rentable es lo mejor para todos los que están asociados con Ford”, declaró.
“Económicamente, diría que sí, hemos llegado a nuestro límite. De hecho, nos hemos tenido que estirar para llegar a este punto”, añadió Galhotra.
La extensión de la huelga a la planta de montaje de automóviles de Kentucky, una de las más grandes en Estados Unidos y la mayor dedicada a la producción de camionetas pickup, se considera un "grave acontecimiento" para Ford.
La planta de Kentucky representa el 16 por ciento de todos los ingresos globales de la empresa y afectará sus ingresos en el tercer trimestre, así como la compensación de los trabajadores.
Ford también destacó que aproximadamente 600 proveedores que prestan servicios a esa fábrica, junto con los concesionarios que venden los modelos afectados, tendrán que realizar despidos temporales.
Esta huelga ya ha causado el despido temporal de más de 13 mil personas que trabajan para proveedores en las plantas de montaje de Míchigan y Chicago.
UAW inició el 15 de septiembre una huelga simultánea y progresiva sin precedentes en General Motors (GM), Ford y Stellantis ante la falta de acuerdo para la firma de un convenio colectivo.