El presidente Joe Biden ha respaldado la afirmación de Israel de que no fue responsable de la explosión mortal en un hospital de la ciudad de Gaza que dejó cientos de muertos y aumentó las tensiones en la región de Oriente Medio.
En una declaración a los periodistas, el presidente de Estados Unidos indicó que el Pentágono le había presentado pruebas que respaldaban la teoría de que un fallo en el lanzamiento de un cohete por parte de militantes palestinos fue el probable desencadenante de la tragedia.
El viaje de Biden a la región, en medio de la creciente guerra entre Israel y Hamás, ha sido una prueba importante de su presidencia. Ambas partes han intercambiado acusaciones sobre la explosión, con Hamás culpando a un ataque aéreo israelí y Israel señalando un video que muestra lo que su ejército asegura ser un cohete defectuoso disparado por palestinos.
La controversia en torno a este incidente llevó a la cancelación de una cumbre planificada entre Biden y líderes árabes después de su visita a Israel. El presidente estadounidense reconoció el escepticismo en el mundo árabe y expresó la necesidad de convencer a quienes dudaban de la versión de Israel.
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La Casa Blanca había esperado que el viaje pudiera asegurar asistencia humanitaria adicional para los civiles palestinos y evitar una escalada del conflicto en la región, pero la atención se ha centrado en gran medida en demostrar apoyo a Israel tras la incursión de Hamás a principios de octubre, que resultó en numerosas víctimas y rehenes.
El presidente Biden, en su visita a Israel y a la zona de conflicto, ha buscado mostrar el compromiso de Estados Unidos en la región y abordar las preocupaciones sobre su edad y competencia en el ámbito internacional.
Sin embargo, Biden debe equilibrar este apoyo con la creciente indignación por la explosión del hospital y la escalada de la violencia en Gaza. La región se encuentra al borde de un posible ataque terrestre israelí, y Netanyahu ha prometido destruir completamente a Hamás.
La explosión también llevó a la cancelación de una cumbre con líderes árabes y desató protestas en todo el mundo árabe, así como en Cisjordania. Las tensiones en Oriente Medio siguen siendo altas, y la diplomacia de Biden se enfrenta a un desafío crucial en la búsqueda de una solución pacífica a esta crisis.
