Este sábado, SpaceX emprendió un nuevo intento de lanzamiento de su colosal cohete Starship, pero el evento no resultó como se esperaba.
A pesar de un exitoso despegue que llevó al cohete hacia el espacio, se perdió la comunicación con la nave espacial apenas ocho minutos después de su partida desde el sur de Texas, y la empresa liderada por Elon Musk anunció que el vehículo había sufrido una falla.
La complicación surgió cuando la nave estaba a punto de completar el encendido de sus motores para entrar en órbita alrededor de la Tierra. Minutos antes, el propulsor que impulsó el cohete hacia el espacio sufrió una explosión. Sin embargo, se destacó que el propulsor había cumplido exitosamente su tarea principal de llevar la nave al espacio.
Liftoff of Starship! pic.twitter.com/qXnGXXZP5k
— SpaceX (@SpaceX) November 18, 2023
El objetivo original era alcanzar una altitud de 240 kilómetros (150 millas), suficiente para permitir que la nave Starship se convirtiera en una especie de proyectil, orbitando brevemente la Tierra antes de reingresar y aterrizar en el océano Pacífico cerca de Hawái, aproximadamente una hora y media después del lanzamiento, sin realizar una órbita completa.
Starship, de casi 122 metros de largo, es el cohete más grande y poderoso que se haya construido.
Cabe destacar que el primer vuelo de prueba realizado en abril duró tan solo cuatro minutos y terminó con la caída de los restos en el golfo de México. Desde entonces, la empresa SpaceX ha realizado numerosas mejoras tanto en el propulsor como en sus 33 motores y la plataforma de lanzamiento.
Stage separation! pic.twitter.com/PipaCW1PDT
— SpaceX (@SpaceX) November 18, 2023
Entre los clientes de Starship está la NASA, que ha recurrido a SpaceX para el contrato de Servicios de Aterrizaje Humano (HLS) para Artemis 3, una misión que llevará astronautas a la Luna por primera vez desde la década de 1970.
La NASA prevé para finales de 2025 el lanzamiento de Artemis 3.