El director general de Moderna, Stéphane Bancel, ha anunciado que la vacuna experimental contra el melanoma que elaboró su compañía podría estar disponible en tan solo dos años, lo que supondría un paso histórico contra la forma más grave de cáncer de piel.
"Creemos que en algunos países el producto podría lanzarse con aprobación acelerada hacia 2025", afirmó en una entrevista.
A diferencia de las vacunas convencionales que previenen enfermedades, las vacunas terapéuticas se centran en tratar afecciones ya existentes, al mismo tiempo que entrenan el sistema inmunológico del cuerpo para combatir al invasor. Este enfoque se ha convertido en una esperanza en la oncología, lo que Bancel ha denominado "inmunoterapia 2.0".
Los recientes resultados de ensayos clínicos han dado un fuerte impulso a los proyectos de Moderna. Utilizando la tecnología de ARN mensajero (ARNm), la misma que demostró ser altamente eficaz contra el COVID-19, la vacuna de Moderna ha mostrado una mejora significativa en las tasas de supervivencia en pacientes con melanoma avanzado.
En un estudio que involucró a 157 personas con melanoma avanzado, la vacuna de Moderna, combinada con el fármaco de inmunoterapia Keytruda de Merck, redujo el riesgo de recurrencia o muerte en un 49% durante un período de tres años, en comparación con la administración solo de Keytruda.
Los ensayos clínicos existentes podrían constituir así la base para la aprobación condicional de la vacuna, conocida por ahora como ARNm-4157, afirmó Bancel. En este escenario, un estudio más amplio, de "fase 3", en el que participarán mil personas y que Moderna estará llevando a cabo en 2024, podría confirmar la autorización condicional anterior.
Tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como la Agencia Europea de Medicamentos han agilizado el proceso de revisión de esta terapia. El desarrollo de la vacuna comienza con la secuenciación del genoma del tumor de cada paciente y la identificación de mutaciones específicas para su codificación.
Se trata, en consecuencia, de un ejemplo de medicina "individualizada" adaptada "sólo a la persona tratada", afirmó Bancel. Para prepararse para el lanzamiento de la vacuna al mercado, Moderna está construyendo una nueva fábrica en Massachusetts para tener un suministro abundante, un requisito de la FDA.
Además, Moderna ha anunciado el inicio de un ensayo de "fase 3" para una vacuna de ARNm contra el cáncer de pulmón y está explorando opciones para combatir otros tipos de tumores.
La esperanza de Bancel es que estas vacunas contra el cáncer puedan combinarse con "biopsias líquidas", pruebas innovadoras que detectan señales de tumores a través de análisis de sangre, y que ya están disponibles en Estados Unidos.
Otras empresas, como BioNTech, también están trabajando en vacunas terapéuticas individualizadas contra el cáncer.