El Gobierno de Estados Unidos confirmó la muerte de tres migrantes, un adulto y dos menores, en el río Bravo mientras intentaban ingresar a una parte del territorio estadounidense en el centro de una disputa entre el Gobierno federal y el estatal de Texas.
El Departamento de Justicia detalló en un comunicado judicial que el pasado viernes, tres personas perdieron la vida ahogadas en el río, específicamente en la zona fronteriza de Eagle Pass.
Esta tragedia se desencadenó días después de que la Guardia Nacional de Texas, bajo órdenes del gobernador republicano Greg Abbott, bloqueara el acceso de la Patrulla Fronteriza a una sección crítica de 4 kilómetros en la frontera con México.
Las víctimas fueron identificadas como Virterma de la Sancha Cerros, de 33 años, y sus dos hijos, Yorlei Rubi, de 10, y Jonathan Agustín Briones de la Sancha, de 8. Sus cuerpos fueron recuperados por las autoridades mexicanas, quienes también salvaron a otros dos migrantes que estaban en peligro de ahogarse.
El Gobierno de Joe Biden ha solicitado la intervención de la Corte Suprema en la disputa sobre el control de la frontera sur y ha expresado su queja por la obstrucción de las autoridades texanas a la Patrulla Fronteriza en la noche del trágico suceso.
Aunque el Departamento de Justicia no atribuye directamente a Texas la responsabilidad de la tragedia, sostiene que la falta de acceso impidió la participación de la Patrulla Fronteriza en las labores de rescate.
En el comunicado, se revela que funcionarios mexicanos alertaron a la Patrulla Fronteriza alrededor de las ocho de la tarde, informando sobre los tres migrantes ahogados y dos en peligro. La Guardia Nacional texana negó el acceso alegando órdenes de restricción.
“Es imposible saber qué habría pasado si la Patrulla Fronteriza hubiera tenido el acceso que tenía desde antes al área”, escribió el Departamento de Justicia. “Sin embargo, al menos hubieran tenido la oportunidad de tomar los pasos necesarios para cumplir con su responsabilidad y ayudar a sus contrapartes mexicanas en su misión de rescate”.
Esta zona fronteriza ha sido escenario de miles de intentos de cruce hacia territorio estadounidense en el último mes, en su mayoría con el propósito de solicitar asilo.
La ciudad de Eagle Pass, con sus 28,000 habitantes, se encuentra en el epicentro de la creciente disputa entre el gobernador de Texas y el Gobierno federal por la gestión de la frontera, una contienda que incluso ha llegado a los tribunales.
El conflicto ha llegado incluso a los tribunales. En la decisión más reciente, un tribunal de apelaciones ordenó en diciembre a la Patrulla Fronteriza a dejar de cortar el alambre de concertina instalado por Texas en la frontera, mientras emite un fallo.