El aspirante presidencial republicano Ron DeSantis, quien alguna vez fue considerado como la mejor opción para desafiar a Donald Trump, retiró su candidatura en las primarias. Esta salida temprana destaca el férreo control que el expresidente sigue manteniendo sobre el partido.
El gobernador de 45 años expresó su respaldo a Trump a través de un video publicado en la red social X.
A pesar de ser previamente uno de los principales contendientes para la nominación republicana de 2024, DeSantis vio disminuir su respaldo en los últimos meses debido a una estrategia de campaña defectuosa y a su relación aparentemente incómoda con los votantes. Este declive se enfrentó también al control indiscutible de Trump sobre gran parte de la base del partido.
Con la retirada de DeSantis, la ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, emerge como la última republicana en la contienda con posibilidades, aunque lejanas, de arrebatarle la nominación a Trump. El vencedor de las primarias republicanas se enfrentará al presidente Joe Biden, probable candidato demócrata, en las elecciones generales de noviembre.
Las encuestas revelan que más del 70% de los republicanos mantienen una opinión favorable hacia Trump, situando a DeSantis en una posición complicada al tener que atraer tanto a los admiradores como a aquellos que lo desaprueban fervientemente.
El exgobernador de Florida no logró articular convincentemente por qué era una mejor opción que Trump y tampoco pudo consolidar el respaldo de aquellos republicanos que buscaban alejarse del expresidente. En este escenario, Nikki Haley ha emergido como la favorita entre los republicanos moderados a medida que el campo se ha ido consolidando.
DeSantis, cuando divergía de Trump en política, lo hacía casi siempre para respaldar posiciones más conservadoras. La firma de una prohibición del aborto de seis semanas en Florida en abril, a pesar de inicialmente generar desconfianza entre algunos donantes y republicanos moderados, no fue suficiente para diferenciarlo de manera efectiva.
El exaspirante también se opuso a la ayuda militar adicional de Estados Unidos a Ucrania y adoptó medidas punitivas contra Walt Disney Co. tras la posición de la compañía contra la legislación de Florida que restringía la discusión sobre género y sexualidad en las aulas.
La lucha contra Disney fue considerada por críticos pro-empresariales dentro del partido como innecesaria, y los desacuerdos políticos de DeSantis con Trump no lograron convencer ni a los partidarios del expresidente ni a los republicanos que buscaban un cambio de dirección.
A pesar del respaldo inicial de donantes importantes, la lealtad de estos comenzó a desvanecerse a lo largo del verano boreal, marcando el declive final de la candidatura de Ron DeSantis en la carrera presidencial republicana.