La reconocida activista climática sueca Greta Thunberg, de 21 años, compareció el jueves ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, junto a otros cuatro coacusados, en relación con un delito de orden público vinculado a una protesta llevada a cabo el año pasado frente a una conferencia sobre petróleo y gas en Londres.
La detención de Thunberg ocurrió el 17 de octubre durante una manifestación contra los combustibles fósiles organizada por la entidad Fossil Free London (FFL) a las afueras del hotel InterContinental, en el exclusivo barrio de Mayfair, cercano a Hyde Park, donde se desarrollaba un Foro de Inteligencia Energética con directivos de compañías energéticas.
La acusación se centra en la participación de Thunberg y otros activistas en el bloqueo de entradas y salidas del hotel, así como en la obstrucción de la carretera, desobedeciendo las instrucciones de la policía para despejar la vía.
Los cinco acusados enfrentan cargos por incumplir una condición impuesta por altos mandos policiales, que solicitaban trasladar la protesta a una zona designada cerca de la conferencia.
Durante la audiencia, el superintendente Matthew Cox de la Policía Metropolitana de Londres declaró que, debido a los recursos policiales limitados, se tomó la decisión de arrestar a los manifestantes que se negaron a retirarse de la zona bloqueada. Cox subrayó que, a pesar de las advertencias, Thunberg se negó a moverse a una área designada y fue detenida.
El juicio, presidido por un juez sin jurado, se espera que dure al menos dos días. En caso de ser declarados culpables, los acusados podrían enfrentar una multa máxima de 2 mil 500 libras cada uno.
En una declaración temprana emitida hoy, Maja Darlington, activista de Greenpeace UK, expresó su preocupación, señalando que el juicio refleja la prioridad del gobierno de aumentar los beneficios de la industria petrolera en lugar de luchar por un futuro sostenible para todos.
La organizadora de Fossil Free London, Joanna Warrington, lamentó que el Reino Unido criminalice a los activistas climáticos pacíficos mientras favorece a los "delincuentes climáticos" en hoteles de Mayfair.