El gobierno de Egipto ha emitido una seria advertencia sobre la posible suspensión de los históricos Acuerdos de Camp David con Israel, en caso de que las fuerzas israelíes ingresen a Rafá, en la Franja de Gaza.
Esta amenaza surge en respuesta a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien señaló la necesidad de desplegar tropas en Rafá para combatir a la milicia palestina Hamás, que ha mantenido un conflicto de cuatro meses.
La región de Rafá se ha convertido en refugio para más de la mitad de los 2.3 millones de habitantes de Gaza, quienes han huido de los combates en otras áreas. Los campamentos administrados por la ONU en la frontera están abarrotados, y Egipto teme un posible flujo masivo de palestinos que podrían no regresar a Gaza.
La tensión entre Israel y Egipto, ambos aliados de Estados Unidos, se presenta en un momento crítico, con grupos de ayuda advirtiendo que una ofensiva en Rafá podría agravar aún más la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza.
La ONU estima que aproximadamente el 80% de la población ha abandonado sus hogares, y una cuarta parte de la población se encuentra al borde de la hambruna.
La posibilidad de una ofensiva en Rafá ha generado preocupación internacional, con Qatar, Arabia Saudita y otros países advirtiendo sobre severas repercusiones si Israel avanza en la región.
Además, el canal de televisión de Hamás, Al-Aqsa, ha citado a un funcionario no identificado de Hamás, quien afirmó que una invasión de Rafá "haría estallar" las negociaciones en curso lideradas por Estados Unidos, Egipto y Qatar para lograr una tregua y la liberación de rehenes israelíes.
Netanyahu, en una entrevista reciente, sugirió que los civiles podrían dirigirse hacia el norte, alegando que hay "zonas despejadas" por las fuerzas israelíes. Sin embargo, la ofensiva ha causado amplia destrucción, especialmente en el norte de Gaza, y los combates persisten en otras áreas.
La situación se complica aún más por las amenazas egipcias de suspender los Acuerdos de Camp David, fundamentales para la estabilidad regional durante décadas.
Egipto ha fortificado su frontera con Gaza y niega las acusaciones israelíes de operaciones de contrabando de Hamás a través de túneles, asegurando tener control total de su lado.
Funcionarios egipcios expresan su temor de que, en caso de violación de la frontera, las fuerzas egipcias no puedan contener el flujo masivo de personas hacia la Península del Sinaí.