Enfrentando la peor catástrofe de fuego en su historia, Texas lucha contra el voraz incendio forestal que ha cobrado dos vidas y desafía los esfuerzos de contención, según reportes del Servicio Forestal de Texas. El presidente Joe Biden atribuyó este desastre a los impactos del cambio climático.
Cinco incendios activos azotan el norte del estado, principalmente en la región conocida como Panhandle.
El mayor foco activo, denominado Smokehouse Creek, arrasó unas 435.000 hectáreas y solo estaba contenido en un 5% de su extensión y también afectaba una parte del vecino estado de Oklahoma.
Se trata del mayor incendio forestal registrado en la historia de Texas, superando a uno conocido como East Amarillo Complex, que en marzo de 2006 devoró 371.000 hectáreas, según cifras oficiales. Este gran siniestro se topó este jueves con otro en el área, el 687 Reamer, de 800 hectáreas.
A pesar de la magnitud del desastre, el Servicio Forestal confía en condiciones invernales favorables, con lluvia y nieve en algunas zonas afectadas, para frenar la propagación. La situación, aunque crítica, se espera que sea menos resistente a los esfuerzos de extinción que en días anteriores.
El último informe registra 509,800 hectáreas consumidas, con otros incendios ya contenidos en distintas regiones del estado. Sin embargo, la tragedia ha cobrado vidas, una mujer de 44 años murió atrapada por las llamas de Smokehouse Creek, mientras que en Stinnett, una mujer de 83 años fue encontrada sin vida, con al menos 20 propiedades destruidas.
El rancho Turkey Track informa pérdidas masivas, con el 80% de sus 32,000 hectáreas afectadas. La pérdida de ganado, cultivos y vida silvestre es catastrófica, según declaraciones de los administradores.
El presidente Biden sobrevoló las zonas afectadas, ofreciendo asistencia federal para combatir el fuego y apoyo presupuestario para Texas y Oklahoma. Las autoridades atribuyen las condiciones propicias para el fuego a altas temperaturas, sequedad y fuertes vientos, aunque las causas exactas se investigan.
Las consecuencias afectan la infraestructura y la vida cotidiana. Algunas áreas residenciales en Borger ya se están limpiando, pero varias localidades carecen de electricidad y agua. El incendio avanza a un ritmo alarmante, con el estado declarando desastre natural en 60 condados para desbloquear recursos vitales.
En un contexto global de cambios climáticos evidentes, las altas temperaturas récord en febrero, atribuidas al fenómeno de El Niño y al cambio climático, subrayan la urgencia de abordar las causas subyacentes de estos desastres naturales.
Biden, durante su visita a la frontera sur, instó a reconocer la realidad del cambio climático.