Una delegación de expertos chilenos viajan este miércoles hacia Nueva Zelanda para investigar la “fuerte sacudida” que sufrió el lunes el vuelo L800 de la aerolínea chilena LATAM entre Sídney (Australia) y Auckland, debido a un “fallo técnico” que hizo que el avión se precipitara de forma repentina, dejando unas 50 personas heridas.
La Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC), en colaboración con la Comisión de Investigación de Accidentes de Nueva Zelanda (TAIC), lidera la investigación. Equipos especializados de ambas entidades están recolectando evidencia crucial, incluyendo las grabaciones de voz y los datos de vuelo, para determinar las causas exactas del incidente.
#InfoDGAC Adjuntamos Comunicado respecto de investigación vuelo Latam procedente de Sidney. pic.twitter.com/l6uESIII77
— DGAC Chile (@DGACChile) March 12, 2024
Aunque las autoridades aún no han establecido un plazo definitivo para el esclarecimiento del suceso, expertos como Mary Shiavo, exjefa de la Junta Nacional de Transporte de Estados Unidos, sugieren que se podría tener una perspectiva clara en aproximadamente 30 días, tras el análisis exhaustivo de las pruebas recopiladas.
“Perdieron (de vista) todos los instrumentos de un avión de pasajeros a plena carga, es un problema grave”, recalcó la abogada especializada en aviación en una entrevista transmitida hoy por Radio New Zealand.
Si bien se sospecha de que haya ocurrido un fallo informático, lo que queda claro es que “tan pronto se obtenga la información de la caja negra, probablemente se resuelva el misterio”, acotó Shiavo.
El vuelo L800 transportaba a 263 pasajeros y 9 miembros de la tripulación. Aterrizó en el aeropuerto de Auckland el lunes a las 16:26 hora local después de una caída súbita en pleno vuelo. Aunque al menos 50 personas resultaron heridas, la mayoría ha sido dada de alta y ninguna corre peligro vital.
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LATAM Airlines aún no ha proporcionado detalles específicos sobre el fallo técnico ni sobre el momento exacto del incidente. Sin embargo, un pasajero describió una "caída repentina" aproximadamente 45 minutos antes del aterrizaje.
Según registros de Flightradar, la aeronave perdió unos 100 metros de altura cuando había completado aproximadamente dos tercios de su ruta, descendiendo desde 41,000 pies a unos 40,692.
El vuelo L800, que cubre la ruta entre Sídney y Santiago de Chile con escala en Auckland, es muy popular entre la comunidad de inmigrantes latinoamericanos que regresan a sus países de origen.