El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reafirmó su postura respecto al asalto a la Embajada de México en Quito, donde se detuvo a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa.
“No me arrepiento”, afirmó Noboa en una entrevista brindada al canal australiano SBS y difundida este lunes, la primera interacción del mandatario con la prensa desde el inicio de esta crisis con México.
Ante la condena casi unánime de la comunidad internacional por romper la inviolabilidad de una sede diplomática, Noboa admitió que “fue una decisión muy difícil de tomar”, pero que lo hizo porque su Gobierno considera que fue México el primero en violar las convenciones internacionales.
“Es primero una violación del Gobierno mexicano, a la que luego le sigue otra violación, pero teníamos que actuar, teníamos que tomar una decisión, porque había un plan para escapar del que estábamos al tanto“, declaró Noboa.
El presidente ecuatoriano enfatizó la condena a gobiernos que utilizan embajadas como refugio político para criminales, lo que considera impunidad.
Recordó la Convención sobre Asilo de Caracas, que prohíbe dar asilo a personas procesadas por delitos comunes en tribunales ordinarios.
Jorge Glas enfrentaba órdenes de detención por casos de corrupción y debía cumplir una pena de cárcel. Noboa reiteró que su detención fue justa, aunque Glas se ha declarado víctima de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).
A pesar de que un tribunal ecuatoriano declaró ilegal su detención dentro de la embajada, Glas quedó encarcelado por otras condenas pendientes.
Sobre la crisis con México, Noboa expresó su deseo de resolverla y propuso reunirse con López Obrador.
“Invitaré a López Obrador a comer un ceviche, y probablemente también podemos comer unos tacos y hablar, cuando él esté listo”, manifestó.
El conflicto diplomático llevó a México a romper relaciones con Ecuador y denunciarlo ante la Corte Internacional de Justicia.
Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que Ecuador debe reconocer las violaciones a leyes internacionales y la soberanía mexicana para resolver la situación.