El presidente español Pedro Sánchez anunció su continuidad en el cargo tras la admisión de una denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, por tráfico de influencias y corrupción.
“He decidido seguir, con más fuerza si cabe, al frente de la Presidencia del Gobierno de España”, enfatizó, con el compromiso de trabajar “sin descanso, con firmeza” por la regeneración pendiente y el avance y la consolidación de derechos y libertades, dijo en mensaje institucional transmitido desde el Palacio de La Moncloa.
Sánchez destacó la importancia de defender la democracia y enfrentar la campaña de descrédito. Reflexionó sobre la presión de la oposición conservadora y de extrema derecha, medios y organizaciones de derecha y ultraderecha.
La denuncia contra Gómez se basa en acusaciones de tráfico de influencias y corrupción. Sánchez subrayó la movilización social y el apoyo recibido, destacando valores de solidaridad y familiares en la sociedad española.
Y añadió que esto no va del destino de un dirigente particular, pues es lo de menos, según comentó. “Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser”, añadió. España necesita una “reflexión colectiva”, que ya ha empezado a hacer en estos cinco días, resaltó.
Según el presidente del Gobierno, España lleva “demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente” la vida política, “contaminándonos de prácticas tóxicas inimaginables” hace apenas unos años.
“Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años sufriéndola”, indició antes de insistir en su determinación de seguir y de agradecer “de corazón” las muestras de solidaridad y de empatía recibidas.
La denuncia contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, fue presentada por el Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias, un “sindicato” ultraderechista que ha interpuesto todo tipo de denuncias contra lo que considerara corrupciones políticas o económicas con lesión para el interés general.