El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado a las Fuerzas Armadas llevar a cabo maniobras militares con armas nucleares tácticas en respuesta a las "amenazas" percibidas por parte de Occidente. Según informó el Ministerio de Defensa de Rusia, estas maniobras se realizarán "en breve".
El comunicado castrense detalla que durante estos ejercicios se llevarán a cabo diversas actividades relacionadas con la preparación y el uso de armas nucleares no estratégicas.
Participarán tanto la aviación como la Armada, siendo las fuerzas del Distrito Militar Sur las encargadas de ejecutar las maniobras, en proximidad con Ucrania.
El objetivo principal de estos ejercicios, según la nota, es mejorar el nivel de preparación de las fuerzas nucleares no estratégicas para llevar a cabo misiones de combate.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que estas acciones responden a declaraciones provocadoras de líderes occidentales, como el presidente francés Emmanuel Macron y altos funcionarios británicos.
“Ellos hablaron sobre la disposición e incluso intención de enviar contingentes militares a Ucrania, es decir, poner a los soldados de la OTAN frente a los militares rusos. Esa es una nueva espiral de escalada de la tensión. No tiene precedentes y exige una especial atención y medidas especiales”, dijo.
Estas maniobras se desarrollan en un contexto de creciente tensión entre Rusia y Occidente, con sugerencias de posibles despliegues de armas nucleares tácticas en Ucrania y oposición a tales movimientos por parte de Rusia, incluyendo el despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia.
El aumento del gasto en la modernización de la triada nuclear rusa por parte de Putin ha sido una estrategia para mantener la paridad con Estados Unidos.
Las fuerzas estratégicas nucleares rusas han sido destacadas por Putin como estando en "plena disposición de combate" en respuesta a supuestos planes de la OTAN de desplegar tropas en Ucrania.
Aunque Rusia revocó la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares el año pasado, mantiene una moratoria en su ejecución mientras Estados Unidos no realice pruebas de este tipo.