El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó las afirmaciones sobre un posible desastre humanitario en Rafah, donde alrededor de 450,000 personas han huido debido a la ofensiva israelí.
“La catástrofe humanitaria de la que hablaban no ha ocurrido, ni ocurrirá”, dijo el mandatario.
Sus declaraciones responden a críticas internacionales, incluyendo las del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien cuestionó la falta de un plan israelí para el posconflicto en Gaza.
El mensaje de Netanyahu también fue confrontado por Catar, un mediador clave, que señaló la falta de una hoja de ruta israelí para terminar la guerra en Gaza. Según Catar, la presión internacional es crucial para reactivar las negociaciones de tregua.
El mensaje de Netanyahu tuvo su réplica en una declaración ante los medios del ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que también forma parte del Gabinete de Guerra, y que avisó de que no aceptará que Israel establezca un gobierno militar en Gaza que acapare sus recursos y le impida centrarse en otros frentes.
“Pido al primer ministro Benjamín Netanyahu que tome una decisión y declare que Israel no establecerá un control civil de la Franja de Gaza, que Israel no establecerá un gobierno militar en la Franja de Gaza, y que se abordará inmediatamente una alternativa gubernamental a Hamás”, dijo el ministro en una rueda de prensa.
Los ataques en Gaza han causado más de 35,000 muertes, mientras los palestinos conmemoran la Nakba, recordando la expulsión de cientos de miles en 1948. La ONU alerta sobre la intensificación de la crisis humanitaria en Cisjordania y Gaza, donde se enfrentan a desplazamientos y violencia continuada.
En un incidente separado, las fuerzas israelíes mataron a un joven palestino en Cisjordania, sumando más víctimas a un conflicto que ha cobrado la vida de al menos 170 personas en lo que va del año.