De acuerdo con un análisis inicial del ejército de Irán, hasta el momento no se han detectado evidencias de sabotaje o circunstancias anormales en el siniestro del helicóptero que causó la muerte del presidente Ebrahim Raisi, según reportaron medios estatales el viernes.
Raisi, de ideología conservadora y visto como potencial heredero del ayatolá Alí Jamenei, falleció el domingo cuando la aeronave en que viajaba se precipitó sobre montañas cerca de la frontera con Azerbaiyán.
El informe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas destaca que no se hallaron rastros de disparos ni elementos similares en los restos del helicóptero, que se accidentó en una región montañosa de alta elevación y luego se incendió.
Asimismo, el documento menciona que no se percibieron anomalías en las comunicaciones entre la torre de control y la tripulación del helicóptero. Se anticipa que se divulgarán más detalles conforme progrese la investigación.
Este jueves, Raisi fue sepultado en Mashhad, una importante ciudad religiosa chií, cuatro días después del trágico accidente que también cobró la vida del Ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otros seis acompañantes.