Movimientos sociales ecuatorianos convocaron una jornada de protestas ayer jueves para rechazar el incremento del 10% en el precio de la gasolina, la primera protesta que enfrenta el gobierno del presidente Daniel Noboa.
A pesar de la ausencia de los influyentes movimientos indígenas y de transportistas, las concentraciones y marchas se llevarán a cabo en todo el país.
Durante la mañana, una carretera en la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia, fue bloqueada con llantas quemadas, pero la policía logró despejarla.
También se registraron manifestaciones en Santo Domingo de los Tsáchilas, Cañar y Cotopaxi, donde los manifestantes portaban carteles y gritaban consignas contra el alto costo de vida. La protesta más numerosa ocurrió en Chimborazo, donde varias docenas de indígenas y campesinos marchaban pacíficamente.
En contraste, en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca no se han reportado manifestaciones, y las vías permanecen abiertas al tránsito, según el Servicio Integrado de Seguridad en un informe a periodistas.
Las organizaciones populares y de izquierda rechazan las medidas, que consideran imposiciones del Fondo Monetario Internacional, como el aumento del precio de la gasolina de $2.46 a $2.72 por galón y el incremento del Impuesto al Valor Agregado del 12% al 15%.
“Este incremento afecta al consumidor y al pueblo”, afirmó José Villavicencio, presidente del Frente Popular. Villavicencio declaró a The Associated Press que las medidas han disminuido la capacidad adquisitiva de los ecuatorianos y advirtió que esta será la primera de varias acciones si el gobierno no deroga el decreto.
Franklin Ramírez, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, señaló que esta convocatoria es un termómetro de las fuerzas en las organizaciones sociales, la oposición y la ciudadanía.
Sin embargo, no cree que lleve al gobierno a retroceder en los aumentos como sucedió con los expresidentes Lenín Moreno y Guillermo Lasso, quienes tuvieron que revertir subas en combustibles tras violentas protestas.
Ramírez afirmó que la potencia de una movilización depende de la posición del movimiento indígena, que no se unirá a esta protesta. Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, declaró que analizarán las acciones a tomar en una asamblea nacional.
Las autoridades han minimizado la convocatoria, asegurando que el subsidio a los combustibles beneficiaba principalmente a un 20% de la población de mayores ingresos, costando $300 millones anuales.