Kimberly Cheatle, la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, presentó su renuncia este martes, en medio de fuertes críticas por fallas de seguridad durante un mitin en Butler, Pensilvania, donde el expresidente Donald Trump fue víctima de un intento de asesinato.
La decisión de Cheatle se dio tras la presión de varios legisladores que pedían su dimisión, según informó la cadena NBC, citando a tres fuentes cercanas al caso.
Cheatle, quien asumió la responsabilidad total por el incidente, calificado por ella misma como el "mayor fallo operativo" de la agencia en décadas, cooperó con las investigaciones en curso.
Durante su comparecencia en un comité de la Cámara de Representantes, enfrentó críticas, especialmente de miembros republicanos, por su gestión en el evento donde Trump resultó herido en una oreja.
El atacante, un joven de 20 años, había escalado un tejado a unos 140 metros del lugar, fuera del perímetro de seguridad establecido. A pesar de las alertas de testigos minutos antes del ataque, no se logró prevenir el incidente.
El Departamento de Seguridad Nacional ha iniciado una investigación independiente, dirigida por figuras como Janet Napolitano y Frances Townsend, para esclarecer las deficiencias en el operativo de seguridad. Esta revisión deberá presentar resultados en un plazo de 45 días.