París está completamente blindada para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos este viernes, que reunirá a unos 328,000 espectadores y un centenar de líderes mundiales y representantes de organizaciones internacionales.
La ceremonia, un desfile de barcos por el Sena en el centro de París, promete ser original y espectacular, pero ha presentado grandes desafíos en términos de seguridad, logística y transporte.
“Estamos listos, será un espectáculo deslumbrante, que hará sentirse orgulloso al país, que llevará la felicidad al mundo entero”, afirmó la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, en France Info.
Unos 200 barcos, que transportarán a 8,000 deportistas y personal de seguridad y apoyo, navegarán seis kilómetros entre los puentes de Austerlitz y Jena. El último puente conecta la Torre Eiffel con los jardines del Trocadero, donde se han construido tribunas para los invitados más importantes y se llevará a cabo la parte final del espectáculo, que durará cuatro horas.
Garantizar la seguridad en un espacio tan grande y con tanta asistencia ha sido un reto para los organizadores. Este viernes, 45,000 policías y gendarmes, junto con 10,000 militares y varios miles de vigilantes privados, estarán desplegados.
Los edificios a lo largo del Sena han recibido atención especial, con agentes y tiradores de élite en las azoteas, y controles a sus habitantes y visitantes.
En el Trocadero, además del presidente francés Emmanuel Macron, estarán presentes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y el presidente de Israel, Isaac Herzog, entre otros.
El perímetro de seguridad se instauró desde la semana pasada, generando complicaciones para los parisinos y turistas debido a la falta de información sobre el sistema de código QR necesario para acceder.
Pascale Guigou, del Museo de Artes Decorativas, lamentó la pérdida de visitantes debido a las restricciones.
“Hemos perdido casi todos nuestros visitantes desde el 18 de julio”, comentó, atribuyendo la situación a la falta de prevención y cambios constantes en las medidas.
Las delegaciones deportivas han sido vigiladas de cerca, con unidades especiales de la policía y gendarmería protegiendo a deportistas de países sensibles como Israel, Estados Unidos, Ucrania, Palestina e Irán.
El espacio aéreo de París cerrará desde las 18:30 hasta medianoche, afectando a los tres aeropuertos principales de la ciudad.
“Una veintena de aviones de caza volarán por la zona dispuestos a intervenir en cualquier momento”, explicó el general Laurent Rataud.
Los transportes también han sido problemáticos, con áreas del centro de París cerradas y estaciones de metro clausuradas temporalmente.
Se han establecido carriles especiales para deportistas y VIPs, lo que ha agravado los atascos. Incluso el Periférico de París podría cerrarse totalmente, advirtió el ministro de Transportes, Patrice Vergriete.