El presidente de Argentina, Javier Milei, ha confirmado que vetará la reciente ley de pensiones aprobada por el Congreso, calificándola como un "acto de populismo demagógico". Milei argumentó que esta ley, que contó con un amplio respaldo legislativo, busca "destruir" el programa económico del Gobierno al obligar al Estado a contraer deuda y regresar a prácticas que han llevado al país al "fracaso".
En un comunicado, Milei criticó duramente la ley, señalando que establece gastos exorbitantes que representan un 1,2% del PIB adicional, lo que, según él, obligará al Estado a endeudarse y perjudicará a las futuras generaciones de argentinos. El presidente reafirmó su compromiso de mantener el superávit fiscal, acusando a la oposición de intentar obtener una "victoria política" a través de una medida que considera una "estafa moral" y una "irresponsabilidad fiscal".
Milei insistió en que su gobierno está dispuesto a pagar los costos necesarios para sacar al país de la decadencia, enfatizando que prefiere decir una verdad incómoda a ofrecer mentiras confortables. La ley vetada por el presidente había sido aprobada por el Senado con una mayoría de dos tercios y proponía un aumento del 8,1% en las pensiones, además de introducir una nueva fórmula de movilidad, lo que desafiaba el equilibrio fiscal del gobierno.