Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos, ha consolidado su apoyo dentro del Partido Demócrata en su camino hacia la candidatura presidencial, tras un exitoso evento en Chicago. Harris, quien se presenta como una figura joven y optimista en contraste con su rival Donald Trump, está haciendo historia al ser la primera mujer Afroamericana en postularse para la Casa Blanca.
En la Convención Nacional Demócrata, Harris fue aclamada como la "guerrera feliz" y destacó su trayectoria como hija de migrantes, fiscal en San Francisco y procuradora general de California, hasta llegar a ser la primera vicepresidenta de ascendencia africana en Estados Unidos. Durante su discurso, prometió ser una presidenta que unirá al país y luchará por los derechos de todos los estadounidenses.
Harris también abordó temas clave como la seguridad fronteriza, la reforma migratoria y el apoyo incondicional a Israel, aunque su postura ambigua sobre ciertos temas ha generado críticas y protestas, especialmente respecto al conflicto en Gaza. A pesar de las presiones, Harris reafirmó su compromiso con el derecho de Israel a defenderse y la necesidad de un acuerdo para un cese al fuego en Medio Oriente.
Con su candidatura, Harris busca no solo frenar el avance del proyecto político de Trump, sino también abrir un nuevo capítulo en la historia de Estados Unidos, como la posible primera presidenta del país.